La reciente polémica sobre la publicación o no de una segunda parte de El guardián entre el centeno de distinto autor a la primigenia (J. D. Salinger) resulta ideal como excusa para recordar y recomendar este clásico.
El guardián entre el centeno es una obra ya clásica que cuenta en primera persona cómo Holden Caufield, un joven de diecisiete años, pasa los días siguientes a su expulsión del colegio en el que estudia. Con la decisión tomada de no regresar del internado a la casa familiar antes de la fecha en la que sus padres le esperan, Holden inicia, arrastrado por un fuerte e incontrolado impulso, un recorrido por distintos lugares de Nueva York, y va relatando sus experiencias en cada uno de ellos y la gente con la que contacta. Al final de la novela se insinúa un final que sitúa a Holden “descansando” en un sanatorio.
Cuando se publicó en 1951, en Estados Unidos, generó mucha controversia en la sociedad americana fundamentalmente porque a lo largo de todo el texto se utiliza un lenguaje muy duro y ofensivo, incluso soez algunas veces, además de contener situaciones en las que el alcohol, las drogas y diferentes perversiones sexuales están presentes. En aquel momento y durante las siguientes décadas este título fue tan recomendado como prohibido.
A la controversia por el libro en se le ha ido añadiendo con el tiempo un velo de misterio ya que se le ha vinculado con asesinatos reales y con teorías conspiradoras. En cuanto al primer aspecto mencionado, tal vez el caso más famoso es el de Mark David Chapman que ha pasado a
Aun ahora y dentro de una sociedad muy habituada a hablar, leer y escribir sobre temas tan duros como la droga, los problemas mentales, la explotación sexual y otros muchos, El guardián entre el centeno sigue causando un importante impacto en el lector.
Para finalizar esta recomendación de lectura sólo queda decir que parece ser que, finalmente, Salinger ha conseguido frenar la publicación de la segunda parte no autorizada de El guardián entre el centeno.
¡Disfrutad la lectura!
