domingo, 28 de junio de 2009

El artículo del domingo: La burbuja editorial

Hace algunas semanas apareció un artículo en el diario Público que su autora, Paula Corroto, tituló “La burbuja editorial ya no aguanta más”. Este texto que no parece haber trascendido mucho en los medios convencionales ha tenido una importante repercusión en la blogosfera.


El artículo nos cuenta el fenómeno de la hiperinflación de libros que se está viviendo en España en los últimos años: los grupos editoriales sacan cada vez mayor número de novedades que el mercado no es capaz de absorber y que da como resultado que muchos títulos no estén más de quince días en las librerías y luego sean devueltos, pasando a engordar los almacenes. El proceso actual es una espiral de gastos que lleva a que, según señala la periodista en el título de su artículo, “la burbuja editorial ya no aguanta más”.


Para investigar sobre el tema se cuenta con unas fuentes muy valiosas, el Ministerio de Cultura, la Federación de Gremios de Editores de España y FANDE (Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones). Los organismos mencionados publican informes y estadísticas oficiales como el barómetro de “hábitos de lectura y compra de libros 2008, el “estudio sobre la comercialización del libro en España” y el “informe sobre un análisis DAFO, que arrojan luz sobre la situación y evolución del sector editorial y de los hábitos de consumo de cultura en España.


Algunas de las conclusiones que se recogen estos documentos son:


Bienes culturales:


  • El gasto medio por habitante en bienes culturales aumentó en el periodo 2000-2007, pero empezó a descender a partir de 2008. Aunque no se trata de descensos muy significativos desde la perspectiva económica son importante en cuanto que rompen la dinámica existente. Con toda probabilidad los descensos de los indicadores se habrán acentuado en el 2009 como consecuencia de la coyuntura económica actual y de los procesos de reconversión de los mercados que se están produciendo.


Industria editorial:

  • El sector de la edición español es uno de las más relevantes en el contexto mundial, con una presencia muy importante en América Latina. La facturación en 2006 superó los 3000 millones de euros, aunque esa cifra ha descendido en 2008 y 2009.
  • El sector ha experimentado un crecimiento sostenido desde comienzo de década hasta 2006, momento en el que el mercado empezó a mostrar síntomas de desaceleración y contracción del consumo.
  • Las librerías son el canal preferente de las editoriales y el lugar preferido para la compra de libros por parte de los compradores (con un 67,6% de los lectores compradores).
  • El tema de las devoluciones de productos en la industria editorial está registrada como la mayor preocupación (para 8 de cada 10 editores) desde los informes de 2006. En ese momento las devoluciones estaban en un 27%, cifra que ha aumentado imparablemente hasta el presente.
  • Nueve de cada diez editores consideraba ya en 2006 que el número de novedades que se incorporaban diariamente al mercado eran excesivas, ya que no obedecían a necesidades del mercado (no eran demandadas por los clientes).


Lectores:

  • El porcentaje de lectores en el periodo 2004-2009 se ha mantenido estable con ligeras variaciones, situándose en 2008 en el 54,6% de la población, aunque la cifra se reduce a 40,4% si se observa sólo a los lectores frecuentes.
  • La mayoría de los lectores (el 85,1%) lee por ocio, y el tipo de lectura predominante es la literaria.
  • Algo más del 55% de la población compró algún libro a lo largo del 2008, y uno de cada dos lectores en dicho periodo había comprado el último libro que leyó.
  • Casi el 30% de la población acudió a la biblioteca en el año 2008.


Otra fuente de información interesante en este ámbito es el resultado de asistencia y compra de las ferias de libros. En concreto, la Feria del Libro de Madrid (posiblemente la más importante del país), aumentó un 10% respecto a la edición anterior.


Ante todos estos datos e información: ¿a qué conclusiones se debe llegar?, ¿se puede afirmar que, efectivamente, existe una burbuja editorial? De ser cierta su existencia, ¿por qué el sector editorial que conocía su propia evolución y las circunstancias del mercado no cambió su estrategia sino que la reafirmaron acentuando el problema?


Y más allá de estas preguntas sobre la realidad de la burbuja editorial, ¿qué consecuencias se derivarán de que estalle?


Al dibujar un posible escenario para el estallido de la burbuja editorial se pueden separar dos ámbitos: la industria editorial y los clientes o lectores.


1. La industria editorial y de distribución se colapsará, aunque no es su totalidad. Parece evidente que habrá muchas empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, que quebrará ante la imposibilidad de poder competir con las grandes del sector para introducir sus productos en un mercado saturado. La quiebra de empresas editoriales arrastrará otras industrias auxiliares, como la distribuidora. Muchas librerías, por su parte, optarán por una estrategia de especialización o al menos de selección para filtrar los productos que pueden exponer y vender en sus establecimientos.


2. Los clientes tendrán una de cal y otra de arena. La parte positiva es que ante el colapso de un sector siempre se produce una bajada de precios, lo que en este caso beneficiaría a los amantes de la lectura. La parte negativa es que la quiebra de pequeñas y medianas editoriales así como el deterioro de las líneas de distribución tienen como consecuencia que muchos títulos muy valiosos no podrán editarse o no podrán llegar a todos las librerías.


Hay muchos interrogantes y pocas respuestas. Sólo queda esperar para comprobar cómo se desarrollan los acontecimientos.