El decano de las letras españolas, Francisco Ayala, falleció ayer a los 103 años de edad en su domicilio madrileño.
Autor de una extensa obra literaria que abarca desde las novelas hasta los artículos periodísticos, Ayala no sólo ejerció como escritor, sino que en su larga y rica vida desarrolló labores docentes (era doctor en Filosofía y Derecho) y fue miembro de la Real Academia Española. Además, Ayala, poseedor de un talento extraordinario, fue galardonado con numerosos premios, entre los que destacan el Príncipe de Asturias (en el año 1988) y el Cervantes (en el año 1991).
Sus restos mortales serán hoy incinerados en una ceremonia privada.
Se espera que en las próximas horas la fundación que lleva su nombre haga públicos los actos conmemorativos de esta emblemática figura de la literatura y la cultura en España.
