domingo, 13 de septiembre de 2009

El artículo del domingo: La digitalización de libros de Google

Hace meses que es notorio que la digitalización de libros y la generación de libros electrónicos (e-books) es un fenómeno que está recorriendo todo el mundo y que ya es difícil de parar. En el caso concreto de España, los expertos en consumo anuncian que los lectores de libros electrónicos (e-reader) serán el regalo estrella las próximas Navidades. Pero, ¿qué esta ocurriendo realmente en Europa con la digitalización de libros de Google?


Google, esa gran máquina de innovaciones, empezó a trabajar oficialmente en su proyecto “Búsqueda de libros de Google” (Books.Google) en el 2002. Entonces, varios miembros del equipo de Google comenzaron a repensar la idea de digitalizar los fondos de las bibliotecas, para que el contenido de los libros pudiera estar disponible online, y además indexado y con contenido buscable, con lo que se aportaba un plus de atractivo y utilidad nada desdeñable.


Dos de los ejemplos ya existentes en los que se apoyó Google fueron el de la Biblioteca del Congreso (American Memory), y el Million Book. Con estos antecedentes y una idea muy clara de salvar todas las dificultades técnicas que se ciernen sobre el proyecto de digitalización (diferentes formatos de libros, distintas tipografías, más de cuatrocientos idiomas, etc.) y con fuertes alianzas ya creadas con bibliotecas, editores y escritores, “Búsqueda de libros de Google” (antes denominado Google Print) nace oficialmente en 2005, y desde entonces no ha parado de crecer y mejorar, añadiéndole nuevas funcionalidades, y llegando
a los siete millones de textos escaneados en la actualidad.


Los acuerdos millonarios solucionaron, en espera de un juez revise el acuerdo en próximas fechas, la peliaguda cuestión de los derechos de autor en EEUU, pero en Europa todavía no hay acuerdos oficiales, ni con entidades públicas ni con las privadas, que permitan que Google comience a digitalizar libros en Europa.


Los detractores de esta iniciativa se cuentan a uno y otro lado del Atlántico: asociaciones de editores y escritores, la Open Book Alliance (agrupación que reúne a empresas como Amazon, Yahoo! y Microsoft), la plataforma ICOMP (Initiative for a Competitive Online Marketplace) gobiernos como el de Alemania… Las tesis que utilizan para no apoyar a Google en este proyecto se fundamentan en: a) la acusación de monopolio sobre la explotación electrónica de libros a nivel mundial; b) la defensa de la propiedad intelectual de las obras digitalizadas, y c) la protección de otras iniciativas de bibliotecas digitales no comerciales (como Europeana) frente a las opciones comerciales.


Por supuesto también hay apoyos: las entidades que agrupan a editores y escritores y que ya han suscrito acuerdos con Google, muchas asociaciones de internautas y de ciudadanos en general, la mayoría de los editores de España que ya han autorizado a CEDRO (la entidad que gestiona sus derechos de reproducción) el comienzo de las negociaciones con Google, un buen número de gobiernos de todo el mundo (como el francés), y un largo etcétera. Para los defensores de este proyecto la idea clave es la de difusión y democratización del saber en todo el planeta, así como la puesta a disposición de la sociedad de libros descatalogados y muy raros que pasarán, de esta forma, a ser accesibles.


La postura de Europa en estos momentos (comunicada esta misma semana) es la de apoyar el proyecto de digitalización de Google, o cualquiera otro que aparezca, siempre y cuando se establezca una nueva legislación europea que regule y haga respectar los derechos de autor. Se busca la creación de un marco legislativo que ampare los acuerdos entre el sector privado y el público de tal forma que la digitalización de los libros puede ser realizada por entidades privadas, pero debe ser guiada y supervisada por el sector público.


Queda por ver los términos en los que se redactará la nueva legislación y los plazos, que si se alargan pueden atrasar e incluso arruinar éste y cualquier otro proyecto de digitalización de libros en Europa.

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Como curiosidad, Google dedica una página específicamente a explicar las verdades y mitos de este servicio.
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